Este sitio, antes llamado Plaza del Cabildo, aunque no es el centro geográfico del pueblo, sí es el epicentro de toda la actividad, religiosa, administrativa, social y, en gran parte, comercial y festiva. A principios del siglo XX llevó los nombres de Princesa Elena y más tarde de Alfonso XIII.
La Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena radica allí desde los antiguos tiempos de la villa de Mures, En el siglo XIV fue templo mudéjar y hoy día es un edificio neoclásico del XIX. Como parte de ella, la esbelta y singular Torre, de la que hay noticia de una restauración en el año 1640. La fachada lateral que da a esta plaza luce dos magníficos retablos de azulejos, uno de la Virgen del Carmen (siglo XVIII) y otro de la Virgen del
Rocío (2001). Son muy conocidos los escalones de su porche, que suben las carretas en el recibimiento de las Hermandades del Rocío. Estos porches están escoltados por unas centenarias palmeras, de cuyas palmas, cuando no tenían aún suficiente altura, se colgaban los niños a modo de juego.
El edificio de la Casa Consistorial o Ayuntamiento data de 1852, como indica su artística verja cogida a las columnas de mármol de su entrada. En la parte izquierda de su fachada se colocó un azulejo de la Aparición o Hallazgo de la Virgen del Rocío al cazador manriqueño Goro Medina. Todo el edificio ocupa parte del terreno por donde cruzaba la conocida Cañada de la Mata de Santa María que tal vez cruzaba la actual calle Encomienda (de Santiago) y enfilaba la calle Rocío, cuyo nombre, desde mucho tiempo atrás, indica la orientación de dicha Cañada. En sus aledaños se encontraban la Posada de Peregrinos y Caminantes (La Posá) a un lado y al otro, desde muy antiguo, la Ermita de la Soledad con su Hospital de Sangre173, cuyo pozo está en perfecto estado de conservación.
Esta Ermita fue posteriormente Escuela de Niñas y Mercado de Abastos. En su cercanía estaba el Pósito, en la calle Granero. En la esquina de la calle Santa María Magdalena y Sor María del Coro, se ubica la Casa de la Administración del Palacio. Y justo las cancelas de éste se abren a la calle Nueva (Santa María Magdalena) desde 1881. Hasta mediados del siglo XX la casa del administrador mantenía su impronta decimonónica al dar hacia la plaza uno de los aleros del tejado de teja plana a dos aguas.


