El nombre de esta calle se refiere propiamente a que, en tiempos pasados, al no disponer de horno en las casas particulares, existieron los hornos de poya, que eran aquellos hornos de uso común por los vecinos para hacer el pan.
Por tanto, la ‘poya’ era el pago que se realizaba por utilizar un horno común.
El origen de esta calle puede remontarse en 1781, aproximadamente.