El pueblo terminó llamándole Colón acordándose del descubridor de la Américas, pero en su origen no fue la intención de nombrarla así. Se le puso el nombre de Colones, cuando a mediados del siglo XIX el Duque de Montpensier abrió esta calle desde la Plaza del Convento hacia adelante donde se edificaron las casas y viviendas de los colonos que trajo a Villamanrique cuando se hace con el Palacio de los Zúñiga. Hoy parte de esta antigua calle lleva el nombre del afamado tamborilero Curro, el de Villamanrique. A esta calle daban los antiguos almacenes de Palacio de los que decía la Condesa de París que no sabía la cantidad de enseres valiosos que en su tiempo guardaban. Hasta pasados los mediados del siglo XX existían en ella todavía las tradicionales chozas de juncos como moradas de algunas familias manriqueñas. En esta calle nació el fundador del Rosario del Rocío Francisco Bedoya Béjar, por lo que a ese segundo tramo se le puso su nombre, quedando Colón para el último tramo de la calle.