El tamborilero se convirtió desde la baja Edad Media en un personaje fundamental del Rocío en Villamanrique de la Condesa, acompañando en todos los actos a su Hermandad.
El oficio de tamborilero implica para Villamanrique otra de las esencias propias y típicas del alma del manriqueño.
El rotulo antiguo de este calle ponía Colones, haciendo referencia a los colonos que vivieron en ella traídos a mediados del S.XIX por lo duques de Montpensier.
El rótulo actual de esta calle, se colocó en 1983, conmemorando a una persona y tamborilero inolvidable de la Hermandad del Rocío de Villamanrique, Francisco Cabello Muñoz Curro el de Villamanrique.
Inició una cantera interminable de maestros tamborileros y el mundo del arte del tambor lo sigue manteniendo siempre vivo en su memoria.
Nació el 15 de febrero de 1945, en la calle Colón, antiguo nombre de esta calle. Aun sin tener ascendencia en el arte del tambor y la gaita, comienza sus primeros pasos en este arte desde antes de los 12 años. Tocó por primera vez en el Teatro Álvarez Quintero de Sevilla, donde obtuvo un catavino de plata.
Acompañó como tamborilero en sus comienzos a la Hermandad de Bollullos de la Mitación, pasando a ser tamborilero oficial de la Hermandad de Villamanrique durante más de 20 años, a su vez, participando en festivales, homenajes y otros actos relacionados.
A día de hoy, se sigue recordando su última actuación a sus 34 años en un festival, el 13 de mayo de 1979, organizado por Los Romeros de la Puebla, que al terminar éste, Curro se echó a descansar y, quedándose dormido, no despertó más.
Curro es recordado como una persona muy querida por todos, tanto en Villamanrique como en los pueblos donde conocían su arte.
Tanto es así, que esta tradición transmitida de abuelos a padres y a hijos, se refleja en la fundación de la Escuela de Tamborileros, Curro el de Villamanrique.
En su memoria, la Hermandad vistió de luto y se colocó en la parte delantera de la Carreta de plata de la Hermandad del Rocío de Villamanrique la pequeña imagen de plata del Ángel Tamborilero desde 1979, año de su fallecimiento, para que acompañe desde el cielo sus sones de gaita y tambor.



